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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

1 de agosto de 2010

Preludio - José Alberto Pinto Coronado

José Alberto Pinto Coronado, Apureño, Comunicador social, Profesor en Educación Integral mención Educación Estética, locutor, caricaturista, escritor, productor- guionista de radio y televisión, tuvo la delicadeza de comunicarse con nosotros y ofrecernos su libro Preludio, como aporte al tema llanero que desarrollamos en este Blog. Preludio contiene versos que nos llevan al amanecer en el llano. Son versos sencillos como la vida del llanero, y cargados de la emoción y sensibilidad hacia la vida natural que despierta cada día. Son versos que plasman las flores, los aromas, las garzas, el frescor de un amanecer llanero.
Transcribiremos sólo algunos de los versos, para no hacer tan largo el post:

Cada mañana se abre el horizonte,
los destellos de luz invitan el alba
a transitar los senderos.
Cada mañana es un canto de esperanza,
donde se inundan los confines de la inmensidad.
cada mañana se conjuga el canto
con el verdor de la sabana...
se impregna de coros al compás de la brisa.
Cada mañana se orienta el sol a través de los caminos,
dejando la huella
sombra que se espanta de la tolvanera.
Cada mañana se olvida el pesar y se emprende
el rumbo hacia el infinito


Un canto de esperanza, abriga el amanecer...
enlazando la llovizna de la mañana,
rocío de cantos en el paisaje.
El alba consumió la oscura noche
con cantos de ordeño y bramar de becerros,
sobre el alazán se divisa un tanto más la inmensidad,
y el camino que se abre hacia el horizonte.
Las pinceladas del cielo, dan un matiz que conjuga
el agua de la laguna;
contrastando el verde de la vegetación silenciosa
con el clavel rojizo de la corocora
en la inmensidad

Comienza el amanecer, el sol se asoma tímidamente
arrastrando una tenue luz, que se transporta al lagunazo,
las aves en coro polifónico alegran el despertar.
La inmensidad comienza a iluminarse
de senderos y caminos,
la palma sola se viste de cálidos colores
y sobre ella
aparece la mañana.
La brisa difunde el olor a mastranto
por el camino real


Cada mañana
el llano abre sus ventanas de luz,
abre sus caminos y horizontes.
Cada mañana
el llanero respira nuevas esperanzas.
Canta al recio sol enlazando el deseo de vivir,
un canto de esperanza para ahuyentar
la tolvanera.
Ordeñando el néctar
de las nubes blanquecinas,
dando pinceladas a la sabana
con el verdor de su canto,
coleando sus amarguras
enyugando sus querencias.

Cada mañana...se abre un canto a la esperanza.
A lo lejos, el horizonte preludia un canto a la llanura...
El caballo corre libre como la libertad
respirando el aliento de la inmensidad.
El toro cimarrón, pita,
su arrogancia se convierte en llano
y allá, la chusmita brinda destellos a la sabana
sobre el espejo del préstamo.
El canto se armoniza entretejiendo las melodías
del paisaje que inunda de armonías
el lienzo del estero.
El sentirse se convierte en arpegios
inspirando sabanas y lejanías.
El llano brinda su emoción transformada en canto
recorriendo caminos,
senderos de inmensidad, bajo cielo y sol
de horizontes,
musa del adagio de la sabana inmensa

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